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Lookbooks
Pubicado el : 21/07/2016 08:17:21
Categorias : Salud
El sudor es un compañero de viaje veraniego necesario (es la manera natural de disminuir el calor corporal), pero también un poco indeseable. La sensación de estar empapados bajo un sol de justicia afecta a todos en la familia pero no con las mismas consecuencias.
En este contexto, no es extraño encontrar en la piel de nuestros niños y bebés unos molestos granitos que les producen gran picor. Este fenómeno es llamado sudamina y es una dolencia común en los bebés de pocos meses, pero los niños mayores también la pueden sufrir cuando la temperatura supera los 30 grados.
La sudamina aparece cuando los bebés sudan para disminuir su temperatura corporal. Hasta ahí, todo bien y normal. Sin embargo, si los poros de la piel están obstruidos, bloquean la salida de este sudor y queda atrapado en las capas de la dermis, produciendo la aparición de granitos. La razón de que sea una dolencia común en bebés es que tienen los poros más pequeños que los adultos.
Estos granitos suelen salir en pliegues de la piel como en el cuello, axilas o zonas donde roza el pañal, aunque, en realidad, aparecerán allá donde el niño acumule sudor y algo esté bloqueando su salida. De ahí que también se vean afectadas zonas del cuerpo como la espalda, pecho, estómago o nalgas e incluso la cabeza o la frente si utilizan gorras o sombreros.
Los granitos pueden aparecer extendidos o muy juntos, formando un ronchón y dejando a la vista una piel irritada e inflamada. Para distinguir que sea sudamina y no otra dolencia dermatológica hay que tener en cuenta que los granitos tienen aspecto de burbujas transparentes y puntos de color rojo.
Si ya es demasiado tarde para prevenir, podemos aliviar a nuestros pequeños con estas medidas:
El clima cálido y húmedo multiplica los riesgos de sufrir sudamina, por lo que hay que prestar especial atención:
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