6 consejos para proteger la piel de los niños en Primavera

Es primavera y el sol engaña, pues parece que todavía no luce en su pleno esplendor. Sin embargo, todavía en esta época del año llevamos chaquetilla (¡nosotras y los niños!) para cuando el tiempo refresca o las nubes tapan el Sol, subestimando así su fuerza. No lo decimos nosotras desde Vagaluz, sino que así lo afirma la Asociación Española Contra el Cáncer (AECC).

Según la AECC, “el 80% de la población considera que está expuesta al sol durante las vacaciones y los fines de semana y fuera de la playa y la piscina las precauciones para evitar las radiaciones solares se reducen”. La primavera es, entonces, un periodo de máximo riesgo para nosotras y, sobre todo, para nuestros pequeños. 

Proteger a los niños del sol: mejor el remedio que la enfermedad

La infancia es una época crucial a la hora de proteger su piel de las radiaciones nocivas del sol. Y es que, por ejemplo, la piel de los bebés es 5 veces más fina que la de un adulto. Los niños y bebés están en una etapa de crecimiento en la que su piel es más sensible y, por tanto, corre un riesgo mayor de quemaduras solares.

Además, la AECC alerta de que “el principal responsable del cáncer de piel es la radiación ultravioleta recibida de una exposición inadecuada al sol. En España, la incidencia del melanoma aumenta un 10% cada año”. Y no solo eso, sino que “la mayor parte de casos de cáncer de piel se deben a hábitos de exposición inadecuados durante la infancia y juventud,” añade la AECC en un comunicado.

Por ello, la AECC lanzó en 2014 una campaña de concienciación dirigida a los niños. Podéis consultar y descargar el contenido completo pinchando en la imagen:

6 consejos para proteger a bebés y niños de la radiación solar

Dicho lo anterior, seguro que habéis escuchado alguna vez aquello de que “la piel tiene memoria”, y es que la radiación solar recibida “se almacena” y acaba pasando factura en el futuro. Considerando esto, es mucho mejor prevenir que curar: estos 7 consejos os ayudarán a proteger a vuestros ‘peques’ de los efectos nocivos del sol:

1. Utilizar protección solar adaptada a niños y bebés:

La mejor prevención es aplicar crema protectora a los niños ante la exposición al sol.  Hay que fijarse muy bien en que sea de amplio espectro y capaz de bloquear rayos UVB-UVA. El factor de protección tiene que ser como mínimo de 30 y no hay que olvidar renovar la crema cada 2 horas. Si buscamos que nos sirva también en el verano, sería ideal escoger una resistente al agua.

2. Una buena hidratación es esencial:

En cuanto el calor aprieta un poco y llega el buen tiempo, los niños se desatan a disfrutar, ya sea en el parque, en el recreo o simplemente por la calle. No podemos permitir que este aumento de actividad y de temperatura los lleve a bajar los niveles de hidratación. Por ello, debemos asegurarnos de llevar agua con nosotras siempre y “obligarles” a beber incluso si no están sedientos. La deshidratación acelera los riesgos de quemadura del sol.

Además, la hidratación no solo consiste en beber agua, sino que después de la exposición al sol, tenemos que aplicar crema hidratante a su piel, pues también sufre con las temperaturas más altas.

3. Usar ropa adecuada ante el sol:

La cabeza, brazos y piernas suelen ser las grandes superficies abiertas ante la luz solar y, por ello, las que más tenemos que vigilar. Es por ello que tenemos que equipar a los pequeños con ropa adecuada. Las capotas, sombreros y gorras ayudan a proteger sus cabecitas de la incidencia del sol.

Aun si está nublado, la incidencia de los rayos UVA hace que llevar una chaqueta para los niños sea una obligación. Además, es un complemento ideal para combinar. Aquí podéis visitar la sección de chaquetas para bebé y la de chaquetas para niña en Vagaluz.

4. Protege sus ojos con gafas de sol:

El sol también puede afectar a los ojos de los más pequeños. En la medida de lo posible, debemos ataviar a los niños con unas buenas gafas que protejan de los rayos UVA y la radiación IR-A. Lo mejor es comprar unas gafas de sol infantiles en tiendas de confianza para prevenir quemaduras solares y enrojecimiento en los ojos.

5. Controla su tiempo de exposición a la radiación solar:

Nos referimos por tiempo a las horas de exposición. El mayor riesgo de quemaduras solares se concentra en la franja entre las 12 del mediodía y las 16h. Sin embargo, también hay que tener en cuenta otros momentos clave, como puede ser el recreo.

Según la AECC, “Un dato relevante en cuanto a hábitos durante la infancia es la baja percepción de riesgo en la exposición solar en el recreo. El 38% de los padres cree que la radiación que recibe su hijo es poco o nada alta y el 35,8% de los niños no utiliza ningún tipo de protección solar en este entorno”. Por tanto, hay que vigilar también esos momentos alejados de la playa pero cerca del sol. Son muy típicos de la primavera: el recreo, ir al parque, estar en una terraza con los niños…

6. Aplica las medidas de protección aunque esté nublado:

Otro apunte que tener en cuenta es que, aunque esté nublado, la incidencia de los rayos UVA puede seguir siendo alta. Esto, unido a la sensibilidad de la piel en la primavera, puede ser un coctel explosivo. Las nubes no son un obstáculo para la radiación UVA y los niños pueden quemarse aunque la percepción de calor en general sea menor. En la web de la AEMET podemos consultar por ciudades el nivel de rayos UVA, siendo el máximo 10.