Los 10 regalos más típicos de nuestra Primera Comunión

Hoy en el blog de Vagaluz echamos la vista atrás y nos invade la nostalgia. Ultimando los detalles para las Primeras Comuniones de este año (podéis echar un vistazo a nuestro catálogo de vestidos y trajes de Comunión aquí), nos hemos acordado de nuestra propia Primera Comunión hace ya unas décadas. Es el turno de nuestras hijas ahora, que disfrutarán igual o más de este día tan especial.

Desde hace más de medio siglo, la Primera Comunión ha marcado un antes y un después en la vida de los niños españoles en parte por lo ceremonioso de la misma. La ocasión implica meses de catequesis, ensayos, fotos y preparativos y, a partir de los 80, la comida de la Comunión ya se solía celebrar en restaurantes. Pero como niños, esperábamos con enorme ilusión los regalos. Era el momento estrella del día, significaba vivir unos Reyes Magos extra.

Este ataque de nostalgia nos ha hecho recordar algunos de aquellos regalos de nuestra época, bastante diferentes a los de ahora. Como niños, los recibíamos con distintos grados de entusiasmo, pues algunos regalos no nos hacían tanta gracia… Igualmente marcaron el momento clave en el día de la Primera Comunión y por ello os traemos una recopilación para refrescar la memoria:

1. Nuestro vestido o traje de Comunión

Vía Todocolección

La moda en vestidos de Primera Comunión ha ido cambiando con los años, como es lógico. La austeridad que reinó en las décadas de la posguerra en los años 40 y 50 fue disipándose según pasaban los años. Las niñas éramos siempre las protagonistas de este día con los vestidos simulando los de novias. Los velos, encajes, vuelos y el cancán dominaban el estilo de la época, siempre de blanco impoluto. Los niños, en cambio, se vestían de marineritos o almirantes, ¡gorrito incluido en el look!

2. Cucharas y loza con el nombre grabado  

Vía Todocolección

El completo de cubiertos grabados con las iniciales del protagonista de la Primera Comunión era un regalo típico que no acogíamos con excesivo entusiasmo como niños. También podían incluir platos y taza rememorando la ocasión. Un regalo que estuvo rodando por casa años hasta que te topas con él en medio de una mudanza.

3. Muñecas vestidas de Comunión

Vía todocolección

Barriguitas, Nancy… la marca cambiaba según los años, pero todas compartían el mismo vestido de Comunión que les convertía en todo un clásico. Y sin embargo, un chasco para las niñas ya que tu madre poco te dejaba utilizarla. 

4. Medallitas y demás joyas religiosas

Vía Joyería Loan

Las joyas son otro de los regalos que todas hemos recibido en la Primera Comunión. Los juegos eran la mayoría de oro y no podía faltar la medallita con la imagen de la virgen rezando para las niñas. Los niños acostumbraban más a recibir crucifijos de oro también. Se estrenaban el gran día y después su uso solía decaer.

5. Libros de Primera Comunión 

Vía Todocolección

Los libros de Comunión con cubiertas nacaradas y broches dorados no podían faltar como obsequio. Normalmente se usaban las primeras páginas para que quedase constancia de los asistentes a la celebración. Luego se perdían por los cajones en casa. Un regalo adicional eran las Biblias e incluso las versiones ilustradas infantiles. ¿Recordáis los posados con estos libritos de tapas pulidas?

6. Plumas recordatorio de la Primera Comunión

Vía Todocolección

Las plumas eran otro de esos regalos chasco para los niños. A pesar de ello, era un recordatorio de Primera Comunión que no podía faltar. A veces las versiones decoradas con motivos de Comuniones eran sustituidas por plumas algo más discretas y grabadas con las iniciales del protagonista, igualmente inútiles para que un niño jugase con ellas.

7. Marco de fotos con motivos de la Comunión

Vía Todocolección

Los marcos de fotos plateados con motivos decorativos relacionados con la Primera Comunión podían ocupar la repisa del salón decenios con nuestra foto vestidas para la ocasión. Otro de los regalos menos populares entre los niños, que luego crecen en compañía de este marco omnipresente en el comedor.

Ah y a veces los acompañaban del respectivo álbum de fotos donde se recogían el reportaje fotográfico completo.

8. Dinero

Por supuesto, en pesetas. 1.000 pesetas era un dineral que muchas veces escapaba a nuestros dominios como niños y se utilizaba para pagar parte del convite. Igualmente, los niños preferíamos otros regalos más apasionantes.

9. Una bicicleta

Vía Todocolección

Era el regalo estrella de la Primera Comunión. Muy ansiado por los niños, marcaba el momento cumbre de la celebración. Las niñas luchábamos por poder montar a pesar de llevar aquel vestido voluminoso y poco manejable. 

10. Un organillo

Vía Todocolección

Algunos invitados consideraban la Primera Comunión como la ocasión ideal para despertar inquietudes artísticas en los niños. El organillo era un regalo que perseguía ese fin, aunque para desgracia de nuestros padres.

11. Maquinitas

Por último, un regalo muy deseado eran las maquinitas de Nintendo previas al desarrollo de los videojuegos tal y como los conocemos hoy. Incluso con sus limitaciones, estas maquinitas (muchas de la marca “Game & Watch”) hacían furor en la época y los niños de los 80 se lo pasaban pipa jugando con ellas horas y horas.

¿Echáis en falta algún regalo que consideréis típico?