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Lookbooks
Pubicado el : 14/06/2016 08:48:19
Categorias : Salud
Existe la creencia popular de que los bebés recién nacidos saben nadar por instinto. A pesar de que se desenvuelven como “pez en el agua” en la piscina, se trata de una exageración del reflejo de protección de la respiración. Pero ello no significa que la capacidad natatoria sea un instinto de los recién nacidos.
Sin embargo, esta creencia nos ha llevado en Vagaluz a reflexionar sobre el mundo acuático y los bebés. Y es que, son múltiples los beneficios de probar la matronatación siendo nuestros bebés pequeños.
Según el fisioterapeuta Antonio Bretones Fernández, “la natación para bebés es uno de los mejores métodos de estimulación temprana, ya que, en un ambiente de juego y placer, aporta beneficios importantes sobre el bebé debido a los componentes físicos (agua, movimiento, calor) que contiene esta actividad”.
Partiendo de este punto, no deja de ser una actividad extraordinaria tanto para padres como hijos, por lo que es útil contar con una guía de base sobre bebés y la natación. ¡Vamos a ello!
Desde recién nacidos, los bebés están cómodos en el medio acuático porque se asemeja al útero materno durante el embarazo, ¡les encanta!
Pero, ¿a partir de cuándo pueden ir a la piscina? El fisioterapeuta Antonio Bretones afirma en su estudio que la edad clave está entre los 4 meses y el año. En esta franja, los bebés ya han desarrollado su sistema inmunológico suficientemente para ir a la piscina.
Lo más recomendable para empezar es acudir a un curso de matronatación que esté dirigido por profesionales. Un monitor profesional nos guía a ejecutar los ejercicios correctamente y de manera segura.
Por otro lado, en cuanto al tipo de piscina, aunque estemos pensando ya en el verano, las condiciones de temperatura del agua e higiene hacen recomendable decantarnos por las piscinas climatizadas o cubiertas.
El agua deberá estar al menos a 32 ºC y se deberá practicar la matronatación en un entorno controlado. Es por ello que comentábamos la idoneidad de hacer un curso guiado, puesto que se suelen reservar las piscinas pequeñas y escoger las horas con una afluencia menor de gente, entre otros factores.
La mayor parte de los padres acuden a matronatación porque se trata de una iniciación a la natación y, en cambio, con tan poquita edad, no se puede hablar de aprender a nadar, puesto que el bebé todavía no tiene la autonomía necesaria. Este momento llegará cuando el bebé tenga unos 4 o 5 años.
No obstante, los beneficios de potenciar el contacto del bebé con el agua son numerosos:
1. Los niños que han estado en contacto con el medio acuoso más tempranamente tienen menores probabilidades de desarrollar miedo o fobia al agua, lo que facilita la tarea de aprender a nadar más adelante.
2. Se refuerza el vínculo afectuoso entre padres e hijos al disfrutar de esta actividad en conjunto y los padres les trasmiten seguridad a sus hijos.
3. Los bebés que acuden a matronatación tienen una mejor percepción del mundo que les rodea, suelen ser más observadores y creativos.
4. Potencia el desarrollo psicomotor, ya que el ejercicio en el agua les proporciona una mayor coordinación al tener más libertad de movimientos. Esto ayuda luego a moverse en tierra firme y fortalece su tono muscular.
5. Entrena el sistema respiratorio y cardiaco al tener que esforzarse en el medio acuático.
6. Las condiciones de este medio ayudan al bebé a mejorar el equilibrio y sus reflejos. Además, la flotabilidad del agua permite descargar de presión a las articulaciones del bebé.
7. A los bebés les encanta el agua, para ellos es para un juego que les resulta familiar y a la vez novedoso. Y sin embargo, al mismo tiempo que practican esta actividad, consiguen relajarse, algo que es muy positivo para los pequeños.
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