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Lookbooks
Pubicado el : 02/02/2017 08:59:02
Categorias : Estilo de Vida
Hay bebés que llegan casi calvos al mundo, mientras que otros lucen ya una buena pelambrera, aunque será en los años posteriores en los que el cuero cabelludo se desarrolle completamente. A pesar de que las madres no tenemos un pelo de tontas, no hay que olvidar los cuidados que son esenciales para que el pelo de los niños crezca fuerte y sano.
Sin cortarnos un pelo, en Vagaluz hemos recopilado 6 consejos para cuidar correctamente el pelo de los niños y bebés:
En general, según la fundación de la Academia Española de Dermatología y Venereología, es recomendable optar por un champú con PH neutro. Aunque se lave el pelo a diario, este tipo de productos no son agresivos y no irritan los ojos de los pequeños.
Más adelante, cuando ya les crezca el pelo, podemos incorporar al cuidado del cabello el uso de acondicionador, que no mascarilla. Será oportuno utilizarlo si tenemos problemas para desenredar el pelo de los niños, ya que este producto lo suaviza y nutre, además de facilitar un peinado sin tirones. Generalmente a partir de los 6 meses ya podemos combinar champú y acondicionador.
Por ello, es posible espaciar más los lavados cuando los niños dejan de ser bebés (lavarlo cada dos o tres días), ya que por sí solo el pelo no se ensucia, contrario a lo que nos ocurre a los adultos.
Antes de aplicar el champú, sobre todo en el caso de las niñas con pelo largo, no tenemos que cortarnos un pelo: hay que mojarlo abundantemente. Tampoco hay que abusar de producto, lo último que queremos es que queden restos que generen suciedad y hagan que el pelo pierda brillo.
En el proceso de lavado, hay que enseñar a los niños a distribuir el champú empezando por la raíz y extendiendo la espuma hacia el resto de cabellera. Sin embargo, no es recomendable frotar en exceso las puntas porque es la zona más quebradiza.
Tanto en bebés como en niños es aconsejable secarles el pelo antes de peinarlo, ya que, húmedo, se presenta más frágil. En el caso de los bebés, la mejor forma es quitarles el primer golpe de humedad con una toalla y después dejarlo secar al aire.
Cuando crecen y ya tienen más cantidad de pelo, podemos utilizar el secador. El aire caliente daña el cabello, por lo que lo ideal es optar por secadores de aire frío o bajarle la temperatura. Después, ya no hay problema para peinarlo de cualquier manera (coleta, trenza…).
Nuestra elección de cepillo para bebés y niños debe determinarse con base en el tipo de cabello que tengan. Para el pelo más conflictivo, el rizado por ejemplo, no podemos permitirnos un cepillo de medio pelo: hay que buscar uno con púas anchas (también vale peine). Hay que tener especialmente cuidado y evitar los tirones. Estos, en contra de la creencia popular, no favorecen la caída del pelo pero pueden dañar la fibra capilar visible y, sobre todo, generar rechazo en el niño y que se resista a peinarse.
Sobre todo para las niñas, debemos vigilar que los complementos para el pelo sean blanditos y eviten dañar el cuero cabelludo infantil. Por ello, las gomas, pinzas y diademas deben colocarse de manera que no dejen el pelo en tensión.
Si tienes dudas respecto a la “letra pequeña” de los champús, no estáis solas. Podéis encontrar información útil en este artículo de la OCU (Organización de Consumidores y Usuarios), donde explican con pelos y señales los distintos tipos de champú que existen. ¡Que no os tomen el pelo!
Fuente foto portada: Hola.com
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