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Lookbooks
Pubicado el : 10/01/2017 13:17:30
Categorias : Salud
En vacaciones los horarios bailan y más aún en el periodo navideño caracterizado por las cenas familiares que tienen tendencia a alargarse y la relajación general en las obligaciones de los pequeños. Y sin embargo, aquí estamos, en plena “operación: vuelta a la normalidad” que acompaña al inicio del nuevo trimestre en los colegios.
Es normal que a los niños (¡y adultos!) les cueste retomar las rutinas del curso escolar donde los horarios tienen que volver a respetarse. La clave para una adaptación sin sobresaltos pasa por un buen descanso, es decir, por que los niños duerman bien y tengan un sueño de calidad.
¿Cuánto tiempo tienen que dormir los niños? ¿Cómo les podemos ayudar a dormir bien? Adentrémonos en estas cuestiones y que no nos quiten el sueño.
El tiempo que deben dedicar los niños y bebés al descanso depende de su edad. Según el Instituto de Investigaciones del Sueño, aproximadamente la distribución de las horas de sueño se organiza de la siguiente manera:
De acuerdo, ese tiempo de sueño es el recomendado para cada edad. Sin embargo, la teoría se dice muy pronto: otra cuestión es la práctica. Estos 9 trucos serán de gran ayuda para conseguir que los niños puedan descansar lo suficiente:
Los niños no pueden decidir por sí solos cuándo irse a la cama, sino que la hora debe ser fijada por nosotros. Para los más pequeños, las 20.30 o 21h está bien, algo más tarde cuando son mayores. Después de las vacaciones, estos ritmos pueden haberse desestabilizado, por lo que es recomendable empezar unos días antes de ir a clase para que se acostumbren más fácilmente.
Las rutinas ayudan a los niños a adquirir unos hábitos saludables y, al ser previsibles, les da seguridad. Las dos horas previas a irse a la cama deben ser relajadas: cena, baño, cepillarse los dientes.
Esto no significa que dejen de hacer ejercicio totalmente, de hecho, durante el resto del día es recomendable que “se muevan”. Pero, antes de irse a la cama, aunque nos parezca que van a caer rendidos, estarán activos más rato y seremos nosotros los que carguemos con el cansancio… Por la misma razón, no es aconsejable que tomen alimentos con azúcar antes de dormir.
Deben familiarizarse con el entorno de su habitación y relacionarlo con un sueño tranquilo y relajado. Además, esto indica que el dormitorio debe ser lugar de descanso cuasi exclusivamente y debemos acostumbrar a los niños a ello, más que a jugar, a comer, a ver la tele… en la habitación, se duerme.
A pesar de que sus llamadas a veces parezcan innumerables… Si les cuesta dormirse solos, dales tu apoyo: leer un cuento o contarles una historia puede ser de gran ayuda para que se relajen y se terminen durmiendo.
Los niños estarán demasiado activos y les costará más conciliar el sueño.
Los pequeños deben aprender a retomar el sueño en el mismo entorno antes de recurrir a que duerman con nosotros en la cama. Por supuesto, cuando son recién nacidos, podemos practicar el colecho. Para hacerlo de forma segura, hace tiempo os dimos unas recomendaciones en el blog de Vagaluz.
El hecho de acostarse deben relacionarlo con un descanso positivo y necesario.
¿Soléis tener problemas para que los niños retomen la rutina? Si nos hemos dejado algún truco por el camino, ¡no dudéis en compartirlo!
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