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Lookbooks
Pubicado el : 30/09/2015 11:22:53
Categorias : Consejos de Moda
Puede ser que la temporada de bodas ya haya tocado a su fin o que aún nos queden los últimos compromisos de un duro verano lleno de uniones matrimoniales. Y es que estamos en la edad en la que todos nuestros amigos, primos y demás familia se van desposando de un modo que casi se puede adecuar a la plaga de la peste bubónica del siglo XIV. Si ya es complicado buscar un atuendo adecuado a cada ocasión para nosotros mismos, ya cuando lo tenemos que hacer también para nuestros hijos pues todo se convierte en un doble quebradero de cabeza.
Aunque estemos en puertas de que llegue octubre y son pocos “aventureros” los que se arriesgan a casarse en estas fechas, los consejos que vamos a dar bien podrán usados por los padres durante el verano que viene, en el que, a buen seguro, los planes matrimoniales volverán.
¿Cuáles son las interrogantes que se nos abren en cuanto llega la invitación de boda?
1-. Una parte importante es saber como son nuestros hijos. Si irremediablemente se van a llenar de suciedad hasta arriba o si por el contrario se van a mantener amarrados a las faldas de su madre. De esto dependerá en gran parte las licencias que podamos permitirnos en sus atuendos.
2-. En el caso de las niñas el vestido es preferible que no sea largo, lo que le permitirá disfrutar más del día y te evitarás protestas indebidas que harán del evento un verdadero castigo tanto para ti como para ella.
3-. Si son los niños los que se encargarán de llevar las arras al altar, todo el trabajo de elegir el look será obra de los novios. También deberían optar por no sobrecargarlos con demasiados complementos, véase corbatas, sombreros, pajaritas y demás, puesto que durarán puestos lo mismo que tarden en ponerse a jugar con sus congéneres.
4-. Igual de importante es la elección de los zapatos, para los que deberemos seguir los mismos consejos. Algo formal, pero cómodo, que no les acarree molestias porque al final de todo, son niños y como tal se deben comportar.
En definitiva que lo importante es que vayan cómodos, algo más arreglados de lo normal, formales, pero que puedan desplegar todo su repertorio de movimientos y juegos sin necesidad de quejarse por su ropa. Si ellos disfrutan de la boda, más disfrutaremos nosotros.
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