Producto correctamente añadido a tu carro de compra
Hay 0 artículos en tu carro Hay un artículo en tu carro
Lookbooks
Pubicado el : 26/01/2017 10:27:57
Categorias : Estilo de Vida
Tras la revelación del Informe PISA analizando la calidad de la educación en todo el mundo, la Confederación Española de Asociaciones de Padres y Madres del Alumnado (CEAPA) mostró su descontento con los resultados, que mostraban un estancamiento en el sistema educativo español.
En su declaración al respecto, la CEAPA hacía hincapié en la persistente y “equivocada cultura de la evaluación, que está basada en sancionar al que tiene dificultades y primero obligarle a ir repitiendo algún curso y luego, con el tiempo, a que fracase y abandone sus estudios”. Según este organismo, la educación debe renovarse en sus métodos y dejar de ser una marioneta en manos de cambios políticos.
¿Hacia dónde mirar para conseguir un sistema mejor? ¿Cómo enfocar esta reforma? Expertos y pedagogos, como el profesor del MIT Peter Senge, llevan tiempo alzando la voz y reclamando una educación más colaborativa y, por tanto, menos rígida. Finlandia, país a la vanguardia en educación, ha puesto en marcha un proyecto revolucionario: un colegio sin asignaturas, es decir, se ha eliminado el currículo basado en distintas materias para dar paso a un sistema mucho más flexible.
El profesor del MIT Peter Senge plantea el problema de una manera sencilla: “los colegios en diferentes partes del mundo continúan replicando un modelo de aprendizaje pasivo, en el que los docentes hablan y los estudiantes permanecen sentados y callados, como si se les estuviese entrenando para trabajar en una fábrica”.
Finlandia, cuna de la innovación educativa, ha implementado en sus colegios una reforma que plantea el aprendizaje por proyectos como método educativo. En principio, han alternado el sistema tradicional con periodos de prueba del nuevo. Veamos en qué consiste este aprendizaje por proyectos:
Este sistema busca enseñar a los niños y adolescentes a resolver problemas nuevos e inesperados. Los finlandeses son conscientes de que sus niños deben estar listos para una sociedad imposible de prever en la que están por surgir nuevas profesiones desconocidas hasta el momento.
Sin embargo, caemos en un exceso de simplicidad afirmando que la educación del futuro se basa únicamente en el aprendizaje por proyectos donde el alumno cuenta con una fuerte autonomía.
Hay quien duda de responsabilizar a esta libertad del alumno de los buenos resultados académicos. El profesor de la Universidad de Cambridge Tim Oates, advierte que las reformas que permitieron el éxito finlandés en los 2000 tienen su raíz en las políticas de la década de los 70 y 80 como la toma de decisiones educativas centralizada y la importante inversión en la formación de los profesores.
Por otro lado, la base del método Montessori está en la autonomía y libertad del alumnado. Una de las críticas que se le ha hecho a estas escuelas es que se trata de un tipo de educación que no está al alcance de todo el mundo.
En la mayoría de casos, se trata de escuelas privadas disponibles en ciudades principalmente en un número muy limitado. De todas maneras, no podemos desligar 100% el papel que juegan las familias, que sigue siendo importantísimo (aunque los niños acudan a escuelas Montessori).
Por ello tiene tanta importancia que la reforma se inicie en escuelas públicas como está ocurriendo en Finlandia, para comprobar verdaderamente la clave de su éxito. Desde la CEAPA señalan que “la cultura de delegar en las familias el éxito educativo mediante los deberes escolares y el apoyo familiar al currículo formal debe terminar de forma inmediata”.
Siganos