Mascotas para niños: ¿es beneficiosa la convivencia?

Según el estudio “Niños y Animales” de la Fundación Affinity, un 94% de los niños encuestados (entre 9 y 13 años) admitió que se sentía mejor con una mascota cerca. Y de los que no la tenían en casa, a un 86% les gustaría convivir con un animal de compañía. Los datos de la encuesta 2015 corroboran la experiencia de muchos padres: llega un momento en que nuestros hijos reclaman tener una mascota que les acompañe en su día a día.

1. Beneficios de las mascotas para niños

Convivir con un animal de compañía tiene beneficios para la salud de los niños. Estas ventajas no solo se quedan en el ámbito psíquico o psicológico, sino que los animales también aportan beneficios a nivel físico. Hemos recopilado algunos de ellos:

• Aumenta el sentido de la responsabilidad: los niños deben tomar conciencia de que una mascota (perro, gato, hámster, no importa cuál) no es un juguete sino un ser vivo que necesita cuidado y atención. Por ello, con la ayuda de una mascota, los padres podemos inculcar el sentido de la responsabilidad a nuestros hijos.

• Una mascota es fuente de compañía y entretenimiento: si la mascota convive con los niños desde pequeños, ambos actores desarrollan un fuerte vínculo de confianza que durará años. Si tienes un hijo único, ocuparse de un animal de compañía puede amortiguar la soledad en la crianza.

• Ser dueños de un animal refuerza la confianza y seguridad en sí mismos: los niños se sienten importantes si están al cargo de una mascota. Ello implica asumir responsabilidades y tomar decisiones. Aunque guiados por los padres, educar a un animal de compañía supone un aprendizaje continuo. Además, el apoyo incondicional de una mascota les alivia en situaciones complicadas.

• Las mascotas animan a los niños a ser activos físicamente: dependerá del tipo de animal (¡no pensemos en los peces!), pero en general los niños tienden a moverse con mascotas. El caso más claro es el de los perros, cuyo cuidado exige sacarlos a pasear varias veces al día. El niño puede participar de este paseo o incluso correr junto al animal.

2. Complicaciones de tener mascotas en casa

Sin embargo, no todo es de color de rosa en el mundo de las mascotas para niños. Si estás pensando en acceder a los deseos de tus hijos, cuenta con estas complicaciones derivadas de tener animales de compañía:

• Supone un gasto para la economía familiar: antes de tomar la decisión, infórmate bien sobre los costes que conllevan los distintos animales de compañía y valora su impacto para la economía familiar.

• Las mascotas exigen unos cuidados exigentes en relación a la higiene y limpieza: con los niños ya habréis desmitificado el hecho de mantener el orden en casa, pero si añadís una mascota a la ecuación, conservar los estándares de limpieza y armonía se complica aún más.

• Los animales de compañía tienen unas necesidades de espacio: debéis valorar si hay suficiente sitio en casa para la convivencia de toda la familia. También hay que tener en cuenta que las mascotas pueden suponer un engorro a la hora de alquilar piso.

• Cualquier mascota supone una limitación en la movilidad de la familia: debéis considerar un Plan B para la mascota a la hora de planear vacaciones con los niños. Hay que considerar también el ‘engorro’ que pueda suponer el animal: no es lo mismo cuidar a un perro que a una tortuga.

Al fin y al cabo, la decisión de tener o no tener mascotas en casa es una elección de los padres. Los niños pueden responsabilizarse de ciertas tareas e incluso pueden (y deben) colaborar en el cuidado del animal, pero, al final, sobre los padres recae la responsabilidad de educar y cuidar a la mascota.