¿Qué es una Ciudad de los Niños? El arte de mirar por sus ojos

¿Os imagináis una ciudad donde los niños pudiesen campar a sus anchas? Ir a la escuela andando, jugar solos en el parque, cruzar la calle con seguridad, hacer deporte sin tragarse humos… En cierto momento del desarrollo urbanístico, se olvidaron de los niños. De esa concepción centrada en los adultos y en la economía, nacieron ciudades contaminadas y peligrosas para la infancia.

¿Cómo remediarlo? El proyecto internacional de la Ciudad de los Niños busca cambiar las urbes para que estas se diseñen teniendo en cuenta la visión y las necesidades de la infancia. La idea surge del psicopedagogo italiano Francesco Tonucci y de su libro titulado de igual forma.  

Esta iniciativa se ha extendido a otros países europeos entre los que se encuentra España con una treintena de municipios adscritos al proyecto, entre los que se encuentran tres localidades gallegas (Caldas de Reis, Narón y Pontevedra).

¿Cómo se crea una ciudad de los niños? Los pilares del proyecto

Resumimos los principales pilares sobre los que se asienta una Ciudad de los Niños:

Devolverles la autonomía a los niños:

En las ciudades de hoy en día, los niños se han visto privados de la posibilidad de poder salir de casa solos, sin necesidad de ir acompañados en todo momento y poder así jugar con los amigos libremente. Cada vez se ve más a niños recluidos en casa o en ludotecas, vigilados por adultos bien presencialmente bien con los móviles. Solo a través del juego independiente y de su propia experimentación aprenderán a relacionarse con los demás, ser capaces de asumir sus riesgos y afrontar sus problemas.

La Ciudad de los Niños busca devolverles la autonomía que han perdido. En palabras de Fidel Revilla, coordinador en España desde la asociación Acción Educativa, “si desde la infancia convertimos a los niños en ciudadanos responsables, ahorraremos en el futuro. Si la inversión necesaria no es grande y no se hace, es porque no se quiere. No es cuestión de números, sino de prioridades”.

Cuando se pregunta a los padres qué les impide dejar solos a los niños, la respuesta suele tener dos puntos clave: los peligros del tráfico y los peligros sociales, es decir, que alguien pueda hacer daño a los niños. Y esto nos lleva al siguiente punto, puesto que sin seguridad, muy difícilmente van a tener autonomía los niños:

Garantizar su seguridad y movilidad:

El principal impedimento para que los niños puedan andar libremente es el tráfico y la carretera. Dentro de este apartado, el punto de partida se sitúa en promover y hacer posible que los niños se desplacen solos hasta el colegio y vuelvan a casa sin ser acompañados.

La seguridad de los pequeños se teje a través de múltiples factores. El primero es el más visible: remodelar aceras, replantear la señalización del tráfico y vigilar los itinerarios cercanos a los colegios.

Sin embargo, la labor de la Ciudad de los Niños”va más allá. Traemos aquí la cita de la geóloga Marta Román en su artículo: “en esta tarea de “reconquistar” la calle, uno de los principales aliados es el comercio de barrio. Hay muchos proyectos que llegan a acuerdos con los comerciantes y ponen pegatinas en los escaparates para indicar la presencia de “comercios amigos”. Estos establecimientos se comprometen a ayudar a los menores en caso de necesidad: proporcionar un teléfono, permitir que utilicen los servicios o dar un vaso de agua, por ejemplo.” La simple tarea de involucrar al comercio local y a los vecinos potencia la seguridad de los pequeños.

Otras acciones simbólicas a cargo de los niños tienen un matiz simpático y a la vez divulgativo para concienciar a los adultos de su problemática. Por ejemplo, dejan “multas” en coches aparcados en medio de aceras o sancionan a sus propios padres cuando infringen alguna norma vial.

Promover la participación de los niños y tener en cuenta su perspectiva:

Desde la asociación Acción Educativa, Fidel Revilla comenta a tendencias21 que este proyecto “adopta, como parámetro ambiental y social, a los más débiles y, sin duda, uno de los grupos más débiles de la ciudad son los niños y las niñas. La forma de pensar, la forma de afrontar los problemas y de ver las cosas por parte de los más pequeños está alejada de nuestra perspectiva de adultos y, por eso, su opinión y su participación es tan importante”.

Este pilar de la iniciativa se canaliza a través de la participación de niños en juntas y consejos de la infancia, dentro de los órganos de gobierno de municipios y ciudades. Los niños son llamados a colaborar aunque, desde la web oficial resaltan que esto solo es efectivo si se cumplen dos requisitos:

• El adulto está convencido de que los niños pueden aportar una visión útil a la hora de planificar la ciudad y está comprometido para tenerlos en cuenta.

• El adulto es capaz de tomar decisiones al respecto, no depende de otras esferas para ello.

¿Es vuestra localidad una Ciudad de los Niños? ¿Os gustaría que lo fuese? ¡Nos parece una iniciativa fantástica!