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Lookbooks
Pubicado el : 27/12/2016 08:59:36
Categorias : Estilo de Vida
Un tema transversal en este blog de moda infantil es el de los colores. ¿Por qué? En el mundo de la moda en general, la elección de los colores no es una cuestión trivial: se presta muchísima atención a qué colores se eligen para cada colección, para cada época del año y para cada prenda en particular.
Los colores son una forma de comunicar, de transmitir emociones y carga con una potente simbología. No en vano, el reputado Instituto Pantone se encarga de analizar y elegir las tonalidades que van a marcar tendencia cada temporada. Por ejemplo, aquí en el blog de Vagaluz, hemos dedicado un especial navideño al color rojo analizando el trasfondo de su origen.
Y resulta que algo que nunca hemos mencionado es: ¿por qué el color rosa es de niñas y el azul, de niños? Porque en el mundo de la moda infantil es algo que surge de manera natural y, sin embargo, ¿no os pica la curiosidad? ¡Abordemos tal cuestión!
Aunque parezca mentira, no hay que remontarse muy atrás en el tiempo para determinar el origen de esta costumbre de asociar el color rosa a las niñas y el azul a los niños: fue en la década de los 80 cuando este patrón se extendió y se consolidó con la expansión de los medios de comunicación y el marketing. Esto es algo que llama la atención, puesto que hoy en día lo asumimos con total normalidad.
En el libro “Pink and Blue: Telling the Girls From the Boys in America” de la historiadora Jo B. Paoletti, se dice que en Estados Unidos no se utilizaron los típicos tonos pastel de rosa y azul para los bebés hasta la Primera Guerra Mundial. Antes, el color preferido para vestirlos era el blanco. Esta predilección no ha pasado al olvido ni mucho menos (por ejemplo, es muy utilizada para ceremonias tradicionales como son los bautizos), sin embargo, los tonos dulces en rosa y azul ya son un clásico en la moda infantil de bebé.
Hubo que esperar hasta después de la Segunda Guerra mundial para poner “algo de orden” en esto de los colores. Según Verne de El País, “en 1927 Time publicaba un cuadro que detallaba cuál era la oferta preferente de colores en grandes almacenes estadounidenses, que también recoge Paoletti. Esta tabla refleja que el criterio todavía no estaba claro (aunque se estaba buscando uno). Eso sí, el 60% de los grandes almacenes prefería el rosa para los niños”.
Sin embargo, como comentábamos fue después cuando se alcanzó una especie de consenso y hoy en día lo asumimos como algo natural. Lo más curioso es que la distinción llegó a plantearse al revés ya que el rosa se emparejaba con el sexo masculino al ser un color que emana más fuerza mientras que el azul era considerado delicado y por eso se relacionaba con las niñas.
El aplastante uso del rosa para niñas y el azul para niños es hoy una realidad. No solo en el mundo de la infancia se utiliza, sino que para que algo sea femenino, parece que con simplemente coloreándolo de rosa, ya se le adjudica a las mujeres.
Sin embargo, esta clasificación por colores está siendo cada vez más cuestionada en acalorados debates sobre el sexismo en el sector de los juguetes. Y es verdad que cuando entramos en una gran superficie o centro comercial, podemos apreciar a simple vista qué juguetes están catalogados como femeninos o masculinos. De hecho, ya en 2011 un vídeo al respecto se hizo viral al mostrar a niña americana muy enfadada con este convencionalismo:
La pequeña Riley aparece disgustada en un pasillo rosa de una tienda de juguetes. “¿Por qué todas las niñas tienen que comprar princesas? A algunas niñas les gustan los superhéroes, a otras les gustan las princesas… A algunos niños les gustan los superhéroes, a otros niños les gustan las princesas… ¡Por supuesto! Entonces, ¿por qué todas las niñas tienen que comprar cosas rosas y todos los niños tienen que comprar cosas de otro color?,” concluye la pequeña en el vídeo.
Sin embargo, la sociedad parece estar cambiando e iniciativas como la del Instituto Tecnológico especializado en juguete, producto infantil y ocio (AIJU) o de empresas jugueteras en particular hayan dado pasos hacia la eliminación del sexismo en los juguetes.
Un ejemplo de ello es que la guía que elabora cada año el AIJU incluye juguetes en cuyos envases y publicidad aparecen por igual imágenes de niños y niñas y como parte del propio juego, existe una representación de chicas y chicos en roles y oficios no estereotipados (por ejemplo en juegos de construcción los muñecos obreros no solo son chicos, también aparecen mujeres con coleta o, por otro lado, hay diseñadores de moda).
Es difícil eliminar la trayectoria que hay detrás del azul y el rosa, pero si bien es cierto que cada vez más el mundo de la moda está más abierto al cambio y la innovación. Particularmente la moda infantil fluye cada vez más paralela a las propias tendencias de moda en general, por lo que el uso de tonalidades se asemeja más a la “moda adulta” y no es extraño encontrarnos con cada vez más diversidad de colores en la ropa de niños.
¿Qué opináis vosotras? ¿Os gusta vestir a vuestros niños con colores variados?
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