¿Son seguros los parques de atracciones y las ferias para los niños?

El verano es la época de adrenalina por excelencia. Nosotras por no parar de preparar: campamentos, vacaciones con los niños, coche para que estén seguros, la cada vez más cercana vuelta al cole, aquella boda o bautizo… Y ellos por no dejar de disfrutar una época de nuevas experiencias. Un clásico del buen tiempo son los parques de atracciones o, más en pequeña escala, las ferias que se instalan con motivo de las fiestas patronales de los pueblos.

No falla: los niños adoran saltar, correr y experimentar con coches de choque, tiovivos, norias y demás atracciones. Sin embargo, como padres mirando el ruedo desde la barrera, nos surgen las preguntas: ¿son seguras estas atracciones para nuestros pequeños? ¿Cómo elegir dónde se pueden montar y dónde no? ¿Qué controles y medidas de seguridad siguen? Hoy en Vagaluz desgranamos este tema.

Seguridad y parques de atracciones en España

Las medidas de seguridad de los parques temáticos españoles son diferentes a las de las ferias itinerantes típicas del verano, ya que estas instalaciones permanecen fijas en un mismo lugar todo el año.

Los principales parques en España pertenecen a la AEPA (Asociación Española de Parques de Atracciones y Temáticos) quien regula y aglutina las normativas que vienen dictadas desde la Unión Europea. En su manual de seguridad describen todas las comprobaciones necesarias para evitar riesgos y garantizar que las atracciones están en perfecto estado.

Grandes apartados en términos de seguridad:

1. Las restricciones de uso: son los requisitos que determinan quien puede montarse y quien no y que engloban las condiciones físicas de los usuarios (edad, altura, peso, si tienen que ir acompañados o no…), ciertas condiciones de salud, con qué pueden acceder a la atracción y con qué no y el tipo de ropa que tienen que llevar.

2. El control de la operación de la atracción (un proceso que registra las comprobaciones a diario). El funcionamiento de estas atracciones es vigilado a diario y registrado en la llamada Hoja de Información Diaria del Libro de Explotación, que está firmada por el Supervisor del Equipo de Mantenimiento.

Horas antes de la apertura del parque, los empleados comprueban todos los aspectos que pueden generar riesgos para los usuarios:

• Funcionamiento del panel de control.
• El estado de las medidas de seguridad: arneses, barras, cinturones…
• Limpieza de la atracción.
• Realización de ciclos en vacío de la atracción para luego completar la lista de comprobaciones.

Después se realiza un segundo proceso de verificación: el Supervisor Operativo del parque comprueba a su vez que el control primero se ha pasado correctamente.

Dicho esto, normalmente, las atracciones que terminan en los parques españoles proceden de otros europeos, es decir, no se mojan y rechazan adquirir prototipos, sino atracciones que ya han estado funcionando anteriormente.

Atracciones de feria: ¿igual de seguras?

Si bien las atracciones de los parques se desmontan en invierno para evaluar sus intestinos, las de feria itinerante viven en viaje continuo de pueblo en pueblo, lo que obliga a que sean montadas y desmontadas constantemente. ¿Cómo comprobarlo?

La normativa europea de 2006 también regula estas atracciones y exige que pasen dos revisiones obligatorias que deben ser realizadas por técnicos independientes. Una de ellas es una inspección técnica anual que comprueba el buen estado de la instalación, el funcionamiento y el motor eléctrico. Este certificado es clave y sin él, los feriantes no podrían instalarse en las fiestas patronales de pueblos. Junto con este documento, los ayuntamientos también exigen que el propietario de la feria cuente con una póliza de responsabilidad civil.

Por otro lado, la segunda revisión se efectúa cada vez que se instale en un pueblo. Entonces, el montaje debe ser revisado por un ingeniero que hace las mismas comprobaciones en cuanto a funcionamiento y seguridad. Con este segundo visto bueno, la atracción ya estaría lista para ser abierta al público.

En definitiva, los controles se han mejorado mucho desde que la UE se puso manos a la obra y elaboró una normativa específica para este tipo de instalaciones. Por otro lado, también está en nuestra mano cumplir con los requisitos que marca cada atracción para que nuestros niños puedan disfrutar de esta diversión veraniega de la manera más segura posible.