¿Son todas las redes sociales aptas para niños y adolescentes?

El mundo de internet es un universo que para muchos padres presenta algún que otro inconveniente, pero ya si hablamos de las redes sociales, ¡qué decir!… Facebook, Instagram, Snapchat, Musical.ly o YouTube son nombres que a veces suenan a chino… Sin embargo, hay que tener en cuenta que se trata de las aplicaciones sociales preferidas por niños y adolescentes, y por ello hoy en Vagaluz hemos pensado que tal vez os gustaría saber en qué consisten, qué peligros contienen y a partir de qué edades son recomendadas. ¿Comenzamos?

Las redes sociales preferidas por los niños

Vamos a mostraros una a una en qué consisten las redes sociales preferidas por los niños:

1. Facebook: es la aplicación con más usuarios registrados en todo el mundo y en la que se pueden compartir fotos, vídeos, estados y diferentes tipos de publicaciones. Aunque para poder crear una cuenta se necesite tener 14 años, lo cierto es que no hay ningún tipo de control al respecto y cualquiera puede falsear la fecha de nacimiento. De todas formas, pese a que muchos jóvenes la tienen, se trata de una red social en el que el perfil de edad es un poco más avanzado.
2. Instagram: es utilizada para subir fotos y vídeos, y esta sí que es una de las favoritas de los más pequeños. Pese a que también se necesita una edad mínima de 14 años, como en Facebook, es fácil registrarse y, de hecho, muchos niños más pequeños tienen perfiles falsos. Se trata de una plataforma que les encanta porque muchos famosos suben ahí sus fotos; desde futbolistas, cantantes o modelos, y así pueden curiosear en sus vidas.
3. Musical.ly: dirigida inicialmente para un público de entre 11 y 16 años, lo cierto es que cada vez los niños empiezan a utilizarla antes. Esta aplicación sirve para crear y compartir vídeos con playbacks y coreografías, y cuenta con millones de usuarios.
4. Snapchat: es una red social a camino entre Facebook e Instagram y el público que la utiliza es muy joven, en torno a los 10 o 12 años. Permite enviar mensajes en forma de vídeos cortos que se borran solos una vez que se han visualizado, pero ¡cuidado! que pueden ser guardados por la persona que los ve.
5. YouTube: aquí se ha hecho muy famosa la figura del Youtuber; una persona joven que consigue miles de seguidores y que gracias a ellos obtiene beneficios económicos del canal. Los suscriptores les siguen con asiduidad y los hay de todas las temáticas: de moda, de videojuegos, de deporte, etc…

Peligros del uso inadecuado de las redes sociales

Como ya vimos en nuestro post con los consejos para prevenir adicciones a las nuevas tecnologías, es obligación de los padres supervisar la actividad de sus hijos en cuanto a internet se refiere. Así, no solo hay que establecer un horario de uso, sino también estar pendiente de los contenidos que consumen. En cuanto a las redes sociales, los principales peligros de una práctica inadecuada pueden ser los siguientes:

• Contenido compartido privado: es primordial establecer la privacidad de los más pequeños que tengan redes sociales para que solo sus amigos puedan ver el contenido compartido, y que no sea de dominio público (que cualquiera lo pueda ver). Aun así, hay que concienciar a los niños de que la información que se sube a internet queda allí y nunca se sabe quién puede llegar a utilizarla.

• Grupos tóxicos: a través de las redes sociales se forman lo que son conocidos como grupos tóxicos que perjudican gravemente la salud de los más pequeños. Así, hay colectivos con dietas extremas que inducen a la anorexia o también al deporte extremo promocionando el consumo de proteínas. Debemos vigilarlos en este sentido.

• Perfiles falsos: es importante que los más pequeños no acepten como amigos a personas que no conozcan. Además hay que tener cuidado con las preguntas personales, ya que hay quien se crea una identidad falsa con el objetivo de acosar luego a niños que por temor a que les riñan no lo cuentan en casa.

Con todo ello, los expertos recomiendan que aunque nos cueste, los padres no nos mantengamos ajenos a las innovaciones tecnológicas, ya que si controlamos un poco estos sistemas podremos advertir antes los peligros, e incluso orientarles en aspectos como la privacidad o los contenidos que comparten. Así que ¡manos a la obra!